Continúa la programación
de autores españoles en el Centro Dramático Nacional con la obra El arte de la entrevista de Juan Mayorga. Nuestro ínclito Premio
Nacional de Literatura Dramática 2013 presenta una obra sobre la intimidad
familiar, que trata de la memoria y el olvido, del futuro y del pasado, de la
realidad y la ficción, de quienes somos, como creemos que somos y como creen
los demás que somos.
El desarrollo
dramatúrgico de la obra se basa en un planteamiento aparentemente banal, como
es la introducción de una cámara de video en ese entorno familiar a propósito
de un trabajo escolar de la nieta. Esta introducción genera dudas en el
espectador, que no acaba de engancharse a la acción hasta pasados veinte
minutos en que se termina de presentar a los personajes. Abuela, hija y nieta,
así como un muchacho que, a modo de entrenador personal, llega a la casa para
atender a la abuela. A partir de ahí se suceden con fluidez los diálogos
generados de dos en dos entre todos los personajes, que terminan
entrevistándose todos a todos.
El hilo conductor serán
las revelaciones de la abuela, a propósito de una supuesta aventura amorosa de
cinco meses, que transcurre en Alemania (patria imaginaria referencial del
filósofo-autor), mientras que sus dos hijas pequeñas creían que se encontraba
enferma en el hospital. Ficción de una mente en proceso de desestructuración o
realidad revelada por alguien a quién nadie nunca preguntó. A partir de esta
dicotomía gira la distorsión de unas vidas plácidas de clase media que tendrán
que enfrentarse a esta nueva realidad.
El desenlace de todo
este cruce de confidencias, que desencadena esta serie de entrevistas
multilaterales, es lo más flojo del conjunto. El bello final disfórico destapa
la inexistencia de conflicto entre los personajes y deja al espectador
desconcertado ante una exposición dialogística inteligente y sagaz, pero que se
manifiesta vacua e ineficaz. Los conflictos internos de los personajes son los
únicos que se han evidenciado en escena, quedando el conjunto como una amalgama
de vidas desconectadas que se eternizan en su particular diálogo de sordos.
La puesta en escena, dirigida
con mesura por Juan José Afonso, se sitúa espacialmente en el jardín de una
casa grande o chalet, cuya estructura se insinúa en un lado derecho más
elevado, mientras que todo el fondo está recorrido por un muro de ladrillo
amarillento salpicado de algunas plantas colgantes. Diversos muebles de jardín configuran
el espacio de actuación donde predomina la luz clara del día, que acentúa la sensación
de realismo. Las salidas de escena de los personajes se efectuarán por el lado
derecho hacia la casa y por el izquierdo hacia la calle.
Interpretativamente hay
que destacar a Alicia Hermida, que hace el papel de la abuela, y que alcanza
por momentos el estado de lo sublime. Su extrema fragilidad física choca
vivamente con la fuerza interior que insufla al personaje. Sus devaneos
memorísticos hacen posible la configuración de un discurso potente que nace en
su interior y se contrasta sólo parcialmente con los otros personajes, que no
dejan de tratarla como a un ser mutilado. La riqueza de su interpretación va
desde esa desmemoria hasta la hondura más profunda y conmovedora del ser humano
que sigue residiendo en ese cuerpo que el resto percibe como el de una vieja
desechable. Pamplinas y pamplinerías no son suficiente anclaje para quién se
sabe ya un estorbo.
Programa de mano |
La nieta actúa como
objeto desencadenante de la acción, pero aporta poco más que su juventud como
contraste. La hija es la que hace de puente entre ambas ingenuidades, de abuela
y nieta, y soporta sobre sus hombros todo el peso de la vida real, que no
necesariamente coincide con la vida emocional de todas ellas. El único hombre
en escena, ese extraño entrenador personal, es un personaje simpático y
vivaracho, que intenta contrabalancear los excesivos duetos de la obra y que a
duras penas consigue introducir un punto de vista externo.
Destellos
interpretativos y dialogísticos para una obra que quedó algo varada en el
amplio escenario del teatro María Guerrero.
EL ARTE DE LA ENTREVISTA
DE JUAN MAYORGA
DIRECCIÓN: JUAN JOSÉ AFONSO
CENTRO DRAMÁTICO NACIONAL
TEATRO MARÍA GUERRERO DE MADRID
MARTES 1 DE ABRIL DE 2014
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